En este ensayo introductorio de la obra de Tadao Ando quiero resaltar no sólo la faceta del arquitecto sino también la del constructor, en el sentido renacentista. Es decir mostrar el trabajo de un hombre que realiza una obra integradora: un trabajo a través del cual se vislumbra un universo como una totalidad constituida por un conjunto de fragmentos entre los que destacan el hombre, su entorno, la naturaleza y la arquitectura.
Su arquitectura se caracteriza por su expresión severa que refleja un orden extraído de la naturaleza, y por una geometría casi ascética que adoptando el lenguaje del concreto configuran sus obras.
La trayectoria profesional de Ando parece seguir un camino distinto al adoptado por la mayoría de los arquitectos japoneses de la posguerra, y particularmente a los de la llamada tercera generación de arquitectos japoneses, a los cuales Ando pertenece. Arquitectos de la generación de Ando comenzaron sus carreras ejecutando proyectos que manifestaban fuertes lazos con el pasado. Por ejemplo, Takefumi Aida realiza sus primeros trabajos con formas arquitectónicas inspiradas en la estética del teatro No ; Shoei Yoh realiza una arquitectura fundamentada en el juego de los duales para llegar a definir un espacio vacío; Toyo Ito con su Casa Nakano nos descubre una nueva concepción del espacio que nunca ha sido utilizada en en la arquitectura occidental; y, Kiko Mozuna desarrolla una arquitectura que tiene sus raíces en la doctrina del budismo esoterico.
Todos ellos, con el paso del tiempo, han ido suavizando las formas arquitectónicas y olvidándose del contenido simbólico para ofrecernos una imagen de su arquitectura más internacional. Sin embargo , Ando se presenta con una arquitectura moderna que irrumpe de forma violenta en un mundo clásico. Recordemos uno de sus primeros trabajos , la Casa Sumiyoshi ( Casa Azuma Osaka, Japon, 1976 ) una estructura cerrada y de concreto que se introduce en una manzana de casas donde solamente hay construcciones tradicionales las llamadas casas en hilera o nagaya ( también son conocidas como machiya ) otras obras de esa época parecen alejarse del mundo tradicional y adoptar un lenguaje moderno. Pero la arquitectura japonesa que suele expresarse a través de juegos formales y espaciales que ponen de manifiesto su profundo sentido filosófico y religioso, no ha sido menospreciada por Ando, sino que , muy al contrario, desde el principio ha incorporado esta tendencia a su obra con la intención de realizar un trabajo que refleje tanto aspectos de la cultura occidental como de la oriental. Geometría por una parte y simbolismo por otra son los dos ingredientes que están presentes en todos los trabajos de Ando. En otras palabras, la filosofía tradicional y la tecnología moderna están siendo utilizadas por ando para realizar un trabajo que sintetice lo esencial de la cultura del este y la del oeste.
Es probable que este carácter sintético que refleja la obra de ando sea uno de los motivos por el cual a Ando se le reconoce, en el momento actual, como uno de los mejores arquitectos del mundo. Desde esta posición de fuerza Ando mira abiertamente el pasado y busca en la arquitectura de sus ancestros la fuente de inspiración que le permita potenciar al máximo su arquitectura. Su trabajo se explica con un lenguaje moderno y se realiza a con una tecnología de punta, sin olvidar los aspectos filosóficos que ha tomado de la tradición o los que el mismo a aportado, lo cual está haciendo de él un filósofo y un gran arquitecto, como lo ponen de manifiesto los numerosos e importantes premios que está recibiendo los últimos años. Al mismo tiempo la arquitectura tradicional japonesa se está beneficiando de esta situación, ya que, día a día, es mayor el número de personas del mundo occidental que se interesan por ella.
En los últimos proyectos Ando alude de forma explícita a conceptos y a iconos representativos de la arquitectura tradicional. El desarrollo actual de la arquitectura de Ando está siendo alimentada por la arquitectura tradicional y esta a su vez se alimenta de la arquitectura internacional. Este proceso continuo entre lo tradicional y lo moderno es uno de los logros más interesantes que se refleja de manera patente en los últimos proyectos de Ando. Esta forma de operar imprime a su obra una originalidad que otros arquitectos japoneses no ha logrado.
Salta a la vista que los materiales que se utilizaron en la arquitectura tradicional japonesa, como la madera, el papel y las fibras vegetales están ausentes en los trabajos de Ando, a excepción del pabellón del Pabellon de Japón en la exposición universal de Sevilla o el Museo de la madera ( Hyogo, Japon, 1994 ). En lugar de estos materiales Ando utiliza el cristal y fundamentalmente el concreto con los que pretende evocar esos típicos ambientes evanescentes de la casa tradicional japonesa. Además, en sus proyectos reduce al mínimo el sistema de columna y vigas de la arquitectura tradicional en favor del muro occidental. En este caso Ando aporta al muro la solidez y la textura que ofrece el concreto. Hace del muro una poesía.
¿Cómo es posible que un material tan frío, duro y rígido como el concreto pueda servir para crear ambientes etéreos?. La respuesta esta no en el tipo de material utilizado, bien sean cálidos y suaves como la madera y el papel, o bien duro como el concreto, sino en la forma en que son incorporados al espacio. Ando realiza la
incorporación de los materiales modernos al espacio arquitectónico buscando los efectos lumínicos de la casa tradicional, o para ser más preciso, traslada a sus espacios los típicos ámbitos claroscuros de la arquitectura tradicional. De este modo tan sencillo se compaginan dos tendencias arquitectónicas muy distintas: la occidental que aporta el material y la técnica constructiva y la oriental que prestan su estética.
Mediante este procedimiento se genera una nueva concepción del espacio, donde las medidas fluyen y se dematerializan en el ámbito que las define ¿Cómo si no podrían explicarse los mágicos espacios interiores de la casa Koshino?. Aquí el espacio está definido por la luz y el concreto. Una luz que incide verticalmente sobre el muro de concreto, cambiando tanto la textura como la solidez del material, a la vez que se modifica la percepción habitual del espacio. Este tratamiento del espacio que ando aplica continuamente a sus obras esta relacionado con el espacio donde se lleva a cabo la ceremonia del té.
La Casa de Té y el el Palacio de Katzura se caracterizan por la utilización de pocos elementos y espacios muy reducidos, lo cual permite clasificar a estas arquitecturas en lo que en occidente se ha llamado minimalismo. Ando ha desarrollado esta técnica en su obra, bien fragmentado el espacio, e incluso cuando éste era reducido, en ámbitos muy pequeños; o bien, desarrollando el proyecto en una parte del terreno aún cuando dispusieran de espacio suficiente. Luego el camino seguido ha consistido en reducir las dimensiones de sus ámbitos para trabajar sus espacios solamente con los muros de concreto aparente sin introducir elementos espectaculares. De este modo consigue reflejar el espíritu clásico y la corriente minimakista.
Cuando el muro se hace transparente con el uso de pantallas de cristal no sólo está pensando en el movimiento moderno, sino que también busca la imagen de la arquitectura clásica japonesa. Las pantallas de cristal suelen funcionar en arquitectura como elementos estáticos y fronterizos. La técnica que le permite al Ando utilizar estas pantallas como elementos dinámicos e integradores se domina en la arquitectura clásica japonesa paisaje prestado. Ando aplica magistralmente esta técnica y se refiere a ella en los comentarios que hace a sus proyectos. Como siempre, Ando reelabora este concepto de la tradición japonesa para plasmarlo de una manera totalmente moderna y personale en su arquitectura. Si miramos con atención la Casa Ito( Tokio 1990) observamos que esta rodeada por una sólida membrana de concreto, que prácticamente la aisla del mundo exterior. Para romper este enfrentamiento entre casa y muro Ando recurre a la técnica del paisaje prestado. Así introduce en la fachada grandes superficies acristaladas, y espacios ajardinados dispuestos tridimensionalmente entre la casa y el muro. De esta manera aísla la vivienda del entorno caótico de la ciudad y permite que la naturaleza penetre en el edificio.
Si tuviera que señalar la característica más representativa de la obra de Ando diría que es la forma en que combina naturaleza y arquitectura. Para el la naturaleza es un medio incontrolable y sin contenido espacial hasta que entra en contacto con la naturaleza. Y la arquitectura es un objeto inerte hasta que incorpora a su ámbito los elementos de naturaleza: luz, agua, viento, sonido,( no puedo evitar recordar la obra de Barragan), que nos hacen conscientes del pasado que el día deja y así como de los cambios de las estaciones, es decir la cuarta y quinta dimensión.
Si recordamos los primeros trabajos de ando la relación o integración de los elementos naturales al ámbito de la arquitectura es muy parca y severa como se aprecian en las viviendas de su primera época: Sumiyoshi ( Casa zuma, Osaca 19769, Soseikan (Hyogo 1982), Matsumoto (Hyogo,1977), Ishihara(Osaka 1978,Horiuchi (Osaka 1979), etc. Estas obras son, por lo general estructuras cerradas o semicerradas al medio urbano y sólo a través de pequeñas aberturas se permite la entrada al espacio interior de elementos naturales. La luz se incorpora mediante estrechas franjas verticales u horizontales construidas en los muros, o también mediante pantallas del muro de prismaticos; el viento y la lluvia se introducen a través del patio, cuando éste existe; y pequeños fragmentos de jardín se llevan a el interior por medio de ventanas. En trabajos posteriores Andoa insistido en este aspecto abriendo el edificio a la naturaleza ,como la Capilla del Monte Rokko y en la Capilla del Agua. En su última etapa lo que se está produciendo es una mezcla entre arquitectura y la naturaleza, como ocurre en los últimos museos que ha construido y en el proyecto de remodelación de la estación de ferrocarril de Kioyo, que con sus dos puertas gemelas a la manera de totii introduce un fragmento del paisaje en el interior de la estación. De este modo la arquitectura compuesta de materiales y geometría se hace abstracta gracias a la naturaleza; y la naturaleza introducida en el espacio construido pierde su integridad cuando entra en contacto con la arquitectura. La arquitectura convierte a la naturaleza en algo espacial. Dicho de una manera más plástica, la naturaleza se arquiteturaliza. Como comenta ando ya no se trata de una naturaleza virgen sino de una naturaleza controlada por el hombre.
Al igual que la naturaleza tiene sus ritmos la arquitectura de Ando tiene los suyos. Unas veces imita los de la propia naturaleza y otros los ritmos de las composiciones poéticas japonesas. Si nos fijamos en el Haiku, composición poética de tres versos de cinco,siete y cinco sílabas cada uno, podemos asociar este ritmo a ciertas arquitecturas de Ando como la Casa Sumuyoshi (Azuma) que se organiza mediante tres volúmenes: lleno- vacío- lleno. Este mismo ritmo se encuentra en la capilla del monte Rokko pero ahora se marca con la terna luz- obscuridad-luz. Pero si nos fijamos no en el ritmo sino en el encadenamiento de los versos del Haiku, encontramos una partícula al final del verso segundo , llamada kireji, que tiene como finalidad detener o cambiar el fluir del relato poético rompiendo la estructura lógica del poema. Con este esquema Ando ha diseñado numerosos edificios uno de los más representativos es la Casa Koshino, diseñada mediante la yuxtaposición de tres volúmenes en paralelo dos de los cuales son paralelepípedos y el tercero con una forma curvada introduce en el diseño una ruptura espacio- temporal.
Por último me quiero detener en un rasgo de la personalidad de ando que no es ajeno al hecho arquitectónico.
Es una persona yo diría tímida pero espontánea lo que le lleva a concebir su obra de forma casi instantánea. Consigue el proyecto en un instante después de un periodo de gestación. Sus proyectos se materializan mediante unos trazos sencillos y rápidos que plasma en el papel con lápices de colores. Quien lo haya visto dibujar en su estudio o en alguna sus exposiciones se habrá percatado de la espontaneidad y de la fragilidad del gesto, que en muchos casos recuerdan el espíritu de la pintura sumye, que no es una pintura sino un boceto en blanco y negro. Actúa como un maestro zen, intentando revelar en cada uno de sus trazos la Naturaleza y la Geometría, o bien lo Ando llama una forma original del espacio.
La obra de Ando no pretende repetir las formas perennes de la arquitectura tradicional, sino que inspirándose en ellas y en un alarde creativo busca nuevas formas y nuevos conceptos que permitan al hombre de la sociedad contemporánea compartir su poesía. Esto me lleva a recordar a Le Corbuier cuando dijo porque me critican de muy moderno y si mis fuentes de inspiración son las obras clásicas griegas.
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